Históricos disturbios volvieron los ojos del mundo a uno de los símbolos de la libertad y la democracia estadounidense. El imponente Capitolio en Washington DC es el corazón del gobierno de la nación: 435 representantes y 100 senadores se sientan en las dos cámaras que alberga el histórico edificio. Entre sus centenarias paredes y espectaculares detalles arquitectónicos se debaten leyes, se toman decisiones y se celebran importantes audiencias. Conoce algunas curiosidades de este edificio que es uno de los tesoros artísticos más valiosos del país.
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Imponente y de exquisita arquitectura, el Capitolio de los Estados Unidos es un emblemático edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos. El 18 de septiembre de 1793, el presidente George Washington puso la primera piedra del edificio en una solemne ceremonia que representaba la construcción del edificio más emblemático y arquitectónicamente impresionante de la nación.
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La ambiciosa obra estaba destinada a ser el eje en torno al que giraría la creación de Washington, D.C. como nueva capital del país. Pierre Charles L’Enfant, responsable del diseño urbanístico de la ciudad, eligió el punto en el que se encuentra actualmente y trazó el amplio bulevar que conduce a él, pero fue despedido antes de que pudiera diseñar el propio edificio.
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Thomas Jefferson, entonces secretario de estado, convocó a un concurso de diseño para la obra en el que participaron renombrados arquitectos. El premio era de 500 dólares; que estuvo a punto de ganar un arquitecto francés. Sin embargo, el diseño habría resultado demasiado caro de construir, por lo que se siguió buscando otro. Finalmente, se eligió el diseño de William Thornton, un arquitecto aficionado cuya propuesta recibió las alabanzas del presidente Washington por su «grandeza, sencillez y belleza».
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Tres célebres arquitectos de la época, Stephen Hallet, George Hadfield y James Hoban (diseñador de la Casa Blanca), fueron los encargados de hacer realidad el concepto de Thornton. Tras siete años y numerosos cambios sobre los planos originales, la primera etapa llegó a su fin en 1800.
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Desde un principio, la obra estaba destinada a convertirse en uno de los símbolos más representativos de Estados Unidos. Se nombró Capitolio en relación con la antigua Roma, un modelo de nación autogobernada para los fundadores. El estilo del edificio, neoclásico y blanco, sorprendía por su aspecto sencillamente majestuoso.
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Después de ser parcialmente reducido a cenizas por los británicos en 1814, el edificio fue reconstruido, inaugurándose la primera cúpula central en 1818. En la década de 1850, la incapacidad del edificio para dar cabida al creciente número de estados que se estaban incorporando a la Unión era evidente, por lo que la instalación se amplió transformándose en el edificio que todos conocen en la actualidad.Entre 1851 y 1868, Thomas U. Walter añadió nuevas alas al edificio original. Cada ala tenía tres pisos, 43 metros de ancho, 77 metros de largo y estaba construida con mármol de Massachusetts.
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Durante la ampliación del Capitolio también se añadieron muchos detalles decorativos tanto en barandillas como en las puertas de bronce y sus llamadores. Se incluyeron también nuevas estatuas en los pórticos y pinturas murales en paredes y techos, todo bajo las fuentes de inspiración de la antigüedad y de América. Todo ello fue llevado a cabo por artistas de Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. El más famoso escultor de todos ellos, Thomas Crawford, trabajó en la fachada del Senado y en la estatua de la libertad que corona la cúpula.
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En lo alto de la cúpula se encuentra la 'Statue of Freedom' (Estatua de la Libertad). La obra, de casi 6 metros de altura, estilo neoclásico y realizada en bronce, fue creada por el artista Thomas Crawford. Se trata de una figura femenina clásica de pelo largo y suelto que porta un casco decorado con la cabeza de un águila, cresta y plumas, rodeado de nueve estrellas.
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La Statue of Freedom está vestida con un traje largo en el que destaca un broche bajo el pecho con la inscripción US.
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La cúpula cuenta con 48 columnas y 120 ventanas y tiene una altura exterior de 66 metros desde la base de la cúpula hasta la estatua, y una altura interior de 54 metros desde el suelo hasta el techo interior. La cúpula ha sido restaurada varias veces a lo largo de su historia, siendo la última en 2016.
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Frederick Law Olmsted, creador del Central Park en Nueva York y del paisajismo americano, diseñó lo jardines. En 1873 el Congreso acordó la creación de una gran calle en sentido norte-sur y la compra de dos parcelas de terreno adyacentes, ampliando los terrenos del Capitolio hasta 23.5 hectáreas.
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En 1899 se aprobó una ley que especificaba que no se podía construir ningún edificio más alto que el Capitolio. La ley se abolió en 1910 y tras ello se construyeron otros cuatro edificios más altos, incluidos el Monumento a Washington, la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción y la Catedral Nacional de Washington
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Thomas U. Walter siguió el modelo de los Inválidos de París, creando una doble cúpula con un gran óculo en su parte interior, a través del cual se puede ver La apoteosis de Washington. El friso interior muestra la historia de América.
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El Capitolio está dividido en cinco pisos, de los cuales uno es subterráneo. Solo el primero y el segundo están abiertos a los turistas. En la planta baja se puede visitar la Sala de las columnas, la Cripta, la antigua sala de la Corte Suprema y los Corredores de Costantino Brumidi, el pintor ítalo-griego autor de la mayoría de los frescos del Capitolio
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El National Statuary Hall es una sala circular de dos plantas, antiguamente usada por la Cámara de Representantes (1807-1857), que alberga estatuas de ciudadanos americanos prominentes. Fue originalmente diseñada por Benjamin Henry Latrobe y Charles Bulfinch y construida entre 1815 y 1819 en estilo neoclásico.
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Estatuas, columnas de mármol, frescos, tapices de suelo a techo y cortinas de damasco hacen del interior del Capitolio uno de los espacios más espléndidos de Estados Unidos.